BEN728X15

viernes, 1 de abril de 2016

OBEDIENCIA Y FE




Nosotros, los que creemos, depositamos toda nuestra fe en Dios y confiamos dejando todo en sus manos, pero muchas veces nos preguntamos el porque de las cosas que nos pasan, el porque de ciertas pruebas o pérdidas muy duras, aun haciendo las cosas bien, siendo fieles en todo...Y Dios con su amor nos dice:

 "Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos los míos. Mis caminos y mis pensamientos son más altos que el de ustedes; !Más altos que los cielos sobre la tierra¡"
Isaías 55:8-9

Leyendo el libro de Ester podemos ver cómo Dios obró en su tiempo para con ella y el pueblo Judío.
Ester, una mujer huérfana, tenía un atractivo especial, de figura y rostro muy bellos. Habitaba en ese entonces en una ciudad de Persia llamada Susa. Quedó a cargo de su primo Mardoqueo, un Judío de la tribu de Benjamín, uno de los capturados en Jerusalén , un hombre de extrema fe en Dios quien se hizo cargo y la crió (Ester 2:5-7)
Susa era una ciudad de Persia, gobernada por un rey llamado Asuero, éste, después de un banquete del cual terminó alegre a causa del vino real, le pidió a sus eunucos que le llevasen a su presencia  a la reina Vasti, pero ésta se negó a ir, cosa que enfureció mucho al rey Asuero quien luego, la mandó a matar.
Un tiempo después aplacada ya la furia del rey, mandó a buscar a todas las mujeres vírgenes y hermosas de todas las ciudades de Persia y Media para que la que más le agradara al rey. reine en lugar de Vasti. (Ester 2: 2-4)
Entre ellas fue llevada Ester, quien nunca revelaría su nacionalidad ni sus antecedentes, porque Mardoqueo se lo había prohibido. Desde ese momento en el que fue llevada Mardoqueo rondaba los patios del harén para saber cómo trataban a su criada. (Ester 2:10-11)
Ester, cómo dicen las escrituras, era una mujer hermosa y se ganó la simpatía de todo el que la veía.
Fue así que la llevaron al palacio real ante el rey Asuero, quien se enamoró mucho mas que de todas las demás mujeres, se ganó la aprobación y simpatía más que todas las otras vírgenes. El rey le ciñó la corona y la proclamó reina en lugar de Vasti. (Ester 2: 15-18)
Ester por su parte continuó guardando sus antecedentes y nacionalidad, tal como Mardoqueo le había ordenado y quien educó en las leyes y obediencia a Dios con prudencia y sabiduría.
Mardoqueo quien seguía sentado en la puerta del palacio pudo oír cuando dos de los eunucos  del rey, miembros de la guardia, tramaron el asesinato del rey Asuero. Mardoqueo se lo hizo saber a la reina Ester, quien a su vez se lo informo al rey de parte de Mardoqueo.
Esto fue investigado y se comprobó que era cierto. Los dos eunucos fueron destinados a muerte. Todo esto quedó debidamente anotado en los registros reales en presencia del rey Asuero. (Ester 2: 21-23) 
Después de todos estos acontecimientos el rey honró a Amán ascendiéndolo a un puesto más alto que el de todos los demás funcionarios que estaban con él. Todos los servidores del palacio asignados a la
se arrodillaban frente a Amán y le rendían homenaje porque así lo había ordenado el rey. Pero Mardoqueo ni se arrodillaba ni le rendía homenaje ya que el  era fiel a Dios y sus mandamientos.
Esto enfureció a Amán y más aún cuando se enteró de que era Judío, buscó la manera de eliminarlo junto a todo el pueblo Judío que vivían en todo el reino de Asuero. Fue así que Amán le informó al rey  que había un pueblo Judío que tenían diferentes leyes y costumbres y no obedecían las leyes del reino y a Su Majestad, por lo cual, no le convenía tolerarlos, entonces le pidió que emita un decreto para aniquilar a todos los Judíos. El rey accedió a ello dándole el anillo que llevaba su sello para que el decreto fuera sellado en nombre del rey. (Ester 3: 1 al 15)
Cuando Mardoqueo se entero de esto, le mando a la reina una copia del edicto que fue promulgado en Susa, para que se presente delante del rey  y le implore clemencia e interceda en favor de su pueblo.
Ester le mandó a decir a Mardoqueo que no era fácil acceder al rey sin ser invitado, que todo hombre o mujer que se presente sin ser llamado había una sola ley, la pena de muerte, aún siendo la reina. Que ya hacían treinta días que el rey no pedía de su presencia. 
Mardoqueo mandó a decirle : "No te imagines que por estar en la casa del rey serás la única que escape con vida de todos los Judíos pero tú y la familia de tu padre perecerán... ¡Quién sabe si no has llegado al trono precisamente para un momento como este!
Ester mandó a decirle que reuna a todos los Judíos que están es Susa para que ayunen por ella. Cuando cumplan con esto me presentaré al rey, por más que vaya en contra de la ley ¡ Y si perezco que perezca! (Ester 4:8-16)
Al tercer día Ester se presentó ante el rey en su trono real y cuando él la vio se estremeció y se mostró complacido con ella, entonces Ester se acercó y el rey le preguntó -¿Que le pasa reina Ester? ¿Cual es su petición? a lo que ella respondió, si le parece bien majestad venga hoy al banquete que ofrezco en su honor y traiga también a Amán: a lo que el rey accedió. ( Ester 5:1-6)
Salió Amán muy contento, de buen humor, pero cuando vio a Mardoqueo se llenó de ira, pero se contuvo y se fue a su casa. En el camino iba haciendo alarde de su enorme riqueza y de que era el único que la reina invitó al banquete que le ofreció al rey. Pero todo esto no significaba nada para el mientras viera a Mardoqueo sentado a la puerta del rey. 
Su esposa Zeres y sus amigos le dijeron que coloque una estaca y  por la mañana le pida al rey, que empale en ella a Mardoqueo. La sugerencia le agradó a Amán y mandó a que coloquen la estaca. (Ester 5:9-14).
Aquella noche el rey no podía dormir y mandó que se le trajeran las crónicas reales -La Historia De Su Reino - y que se la leyeran. Allí constaba que Mardoqueo había delatado a los eunucos del rey, que habían tramado asesinar al rey.
Entonces preguntó: ¿ Que honor o reconocimiento recibió Mardoqueo por esto? a lo que respondieron que nada se había hecho.
En ese momento Amán iba camino al palacio a pedirle al rey que empalara a Mardoqueo pero aún no se había echo presente ante el rey sino que estaba en el patio dando las ordenes para que pongan la estaca así empalar a Mardoqueo.
El rey escucho ruidos y preguntó quién andaba en el patio, sus ayudantes le dijeron que era Amán. 
¡que pase! ordenó el rey. Cuando se hizo presente el rey le preguntó. ¿Cómo debe ser tratado el hombre a quién el rey desea honrar?  Amán hombre ávaro y soberbio pensó para si...¿a quién va querer honrar el rey sino a mi?...entonces le contestó, que debía mandar a buscar vestiduras que el rey haya usado, un caballo que el rey  haya montado y que lleve en la cabeza un adorno real para luego ser paseado por las calles de la ciudad proclamando a su paso.
Ve de inmediato le dijo el rey Asuero a Amán, toma todo tal cual has sugerido y has eso mismo con Mardoqueo, el Judío que está sentado en la puerta. No descuides ningún detalle de todo lo que has recomendado.
Amán, hizo lo que el rey le ordenó. Llevó a Mardoqueo por la ciudad proclamando su a paso... ¡Así se trata al hombre a quién el rey desea honrar! (Ester 6:1-12).
El rey y Amán fueron a otro banquete de la reina Ester y el rey le volvió a preguntar ¿ Cual era la petición? ¿Que era lo que ella deseaba? 
La reina Ester le contestó: mi petición es que se compadezca de mi pueblo, porque a mi y a mi pueblo se los ha vendido para exterminio, muerte y aniquilación. Si solo se nos hubiera vendido como esclavo yo me habría quedado callada, pues tal angustia no seria motivo de aquietar a Su Majestad.
El rey preguntó...¿quién era ese que se ha atrevido a concebir semejante barbaridad? ¿Dónde está?
La reina respondió: El adversario y enemigo es este miserable de Amán.
Enfureció el rey, se levanto dejó de beber y salió al jardín del palacio. Amán dándose cuenta de la decisión del rey, se quedo para implorar a la reina que le perdone su vida. Cuando el rey regreso del jardín hacia donde estaba la reina, Amán estaba sobre el diván donde la reina estaba recostada. Enfureció aún más el rey y dijo: ¿Y todavía se atreve éste a violar a la reina en mi presencia y en mi casa?
Fue así que de inmediato el rey mandó a empalar a Amán. De modo que lo hicieron en la estaca que él mismo había mandado a levantar para Mardoqueo. (Ester 7:1-10)
Ese mismo día el rey le dio a la reina Ester todas las propiedades de Amán el enemigo de los Judíos.
Mardoqueo se presentó ante el rey porque Ester le había dicho cuál era su parentesco con ella, entonces el rey se quito el anillo con su sello  que había  recuperado de Amán y se lo obsequio a Mardoqueo designándolo administrador de las propiedades de Amán.
Luego Ester volvió a interceder ante el rey pidiéndole que invalide todos los decretos para aniquilar a todos los Judíos, los cuales había fraguado Amán en su nombre y habían sido concedido por el rey.
Fue ahí que todo el pueblo Judío pudo ver la luz, fue un tiempo de alegría. júbilo y honor. Había gozo y regocijo entre ellos. (Ester 8:16)


Podemos ver que cuando no nos soltamos de la mano de DIOS, le somos fieles cumpliendo sus mandatos, siempre vamos a estar en el lugar correcto a la hora correcta. Con inteligencia, prudencia y paciencia que solo podemos obtener de parte de DIOS:
Ester fue obediente cuando Mardoqueo le pidió que no diga su procedencia. Fue prudente, hablo en el momento justo, y antes de ir en presencia del rey le pidió a Mardoqueo que fuese al pueblo de Asus y que todos los Judíos ayunaran y oraran por ella y fue así que con profunda fidelidad y fe en DIOS pudo salvar a su pueblo.

¿QUE PODEMOS DECIR ACERCA DE TAN MARAVILLOSAS COSAS COMO ESTAS?
¿SI DIOS ESTA A FAVOR DE NOSOTROS, QUIEN PODRÁ PONERSE EN NUESTRA CONTRA? Romanos 8:31

Con perseverancia, obediencia, fe y el gran amor de DIOS podemos lograr la fuerza necesaria para obrar milagros si así lo deseamos y ningún camino es demasiado para un hombre que avanza decidido, teniendo en claro sus sueños.
Las personas que han perseverado iniciaron sus éxitos donde otros terminaron su fracaso.

¡NADA PUEDE SEPARARNOS DEL GRAN AMOR DE DIOS!


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