La Biblia nos da muchos ejemplos que adorando en espíritu y en verdad, derrotaremos a nuestros enemigos.
Entre tantos tenemos el ejemplo de Josafat 2 Crónicas 20)
Josafat rey de Judá, descubrió que su reino estaba rodeado de enemigos. Sabiendo que su pequeña nación no podía luchar con su propio poder. Clamo a Dios (2 Crónicas29:12).
Apartó sus ojos de las circunstancias y miró a Dios, reconociendo su propia impotencia.
DIOS dijo: "No tengan miedo ni se acobarden cuando vean ese gran ejército, por que la batalla no es de ustedes sino mía" (2 Crónicas 20:15)
"No necesitan pelear en esta batalla, tomen sus puestos y estén quietos, y vean la salvación del Señor con ustedes. oh Judá y Jerusalén no teman ni se acobarden, salgan mañana al encuentro de ellos porque el SEÑOR está con ustedes" 2(Crónicas 20:17)
"Al día siguiente Josafat dio órdenes su ejército, puso al frente hombres que alaben y adoren el esplender de su santidad con cánticos. Den gracias al SEÑOR, su gran amor perdura para siempre" 2(Crónicas 20:21)
Tan pronto empezaron los cánticos de alabanzas, el Señor puso emboscada de ellos mismos que venían contra Judá y se mataron los unos a los otros... cada cual ayudó a la destrucción de su compañero 2( Crónicas 20:22)
Muy diferente hubiera sido el resultado si Josafat hubiese ordenado a su ejército que lucharon por si solos.
Muchos de nosotros estamos constantemente derrotados por las circunstancias que nos rodean. Pero es evidente que la batalla no es nuestra sino de DIOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario